Poemas varios
Odette Alonso
EN LONTANANZA
Ese edificio no respira
ni la torre de piedra la blanca escalinata
el encierro total.
Ese edificio es una mole muerta
toda la algarabía dentro del laberinto
es sólo la ilusión de una vida pasada.
No hay órdenes que dar ni órdenes que cumplir
un gran juego de guerra se va quedando quieto
muertos los soldaditos muertos los generales
las ventanas cerradas al aire citadino.
Yo lo miro con lástima recostada a este árbol
en la inmensa avenida.
LA NOCHE DE SALVATORE
Alguien llama mi nombre
sonríete me dice posa para la foto
que vean tus dientes sanos
tu corazón alegre.
Yo siento el paso en falso
y esa voz paraliza el intento de asirme.
Me cortarán la lengua
me marcarán las carnes
no diré la verdad.
Alguien llama mi nombre y me empuja al vacío.
Sonríete me dice posa para la foto
siempre serás el mudo
el sordo
el antifaz.
TRAPECISTAS DESPUÉS DE LA CAÍDA
No es que llegara tarde el trapecista
fueron mis manos
amoratadas cruces buscando en el vacío.
Los demás regresaron
volvieron al bullicio y a la cerveza amarga
a la mujer humeante llenándoles la mesa.
Los demás regresaron
y anduvieron tranquilos por esas mismas calles.
El público aplaudió sin recordar mi rostro
con el mismo entusiasmo de alcoholizarse luego.
Él aplaude también debajo de la carpa
vuelve a ver mi caída
y se alivia creyendo que fue sólo un mal sueño.
Y no es que él llegara tarde
fueron mis manos las que quedaron lejos.