De tu arte a miarte, prefiero miarte.
Así es damas y caballeros, niños y niñas, ancianos y ancianas… y público en general.
El telón se alza, las cortinas se abren para dar rienda suelta a la imaginación. ¡Que no le digan! ¡que no le cuenten! Sea testigo de lo inhaudito, ¡vealo con sus propios ojos! Sacuda su cabeza y aclare la cordura con el alma.
¡Conozca en persona la visión del hombre! Permanezcan sentados que el acto inicia… ¡Primera llamada! ¡Segunda llamada! ¡Tercera llamada!
Expandidos los brazos:
– Desesperación, abandono, perverción, maldad, intentos vanos, tripas por doquier, niños hambrientos, prostitutas asfixiadas, gobernantes corruptos, sacerdotes vomitados, violaciones, atropellos, sangre, rencor, dios masticado, religiones mosquito, no respuestas, vicio terrenal, arrebatos, sida, cuerpos demacrados, multitud de penurias, soledad, sentimiento suicida, días nublados, no autocontrol, guerra, fanatismo nacional, separación, demagogía, politiquería, locura, cucarachas, olvido, desnutrición, heridas sin cambio, 28 años, ansia de cariño, redescubrir lo bello que es amar… la esencia de amar… amar…
¡Aplaudan! ¡Sí, aplaudan! Esta es su visión, señores.
¡Abrazen a su pareja que la función termina!
De tu arte a miarte, prefiero mil veces miarte.