A muchos nos ha pasado, por no decir a todos. La creatividad parece estar a expensas de musas y de oleadas de inspiración en que se escriben páginas tras páginas de historias y, en otros momentos no podemos ni siquiera redactar un mensaje SMS en nuestro celular. Quisieramos pensar, románticamente, que la creatividad realmente es depositada por alguien que nos habla al oído y nosotros tan sólo somos los conductos que decantamos en papel (o computadora) todo eso que no sabemos bien de dónde ha salido.

Es cierto. Existen muchos motivos que pueden inspirarnos a escribir o manifestar alguna idea o sentimiento a través de una expresión artística. Experiencias emotivas significativas, “azares del destino” o la representación de nuestra interpretación de la realidad. Son elementos comunes que quizá a la mayoría nos hayan permitido iniciar alguna de nuestras obras. Aquel poema cuando adolescentes, o el cuento que redactamos la semana pasada.

Un detalle importante es entender a qué nos referimos cuando hablamos de creatividad. “La creatividad es la capacidad de producir respuestas originales a cualquier problema“, es la capacidad de ver algo de forma diferente para encontrarle una solución adecuada. Va desde ingeniarse un chiste o albur con los amigos, hasta diseñar un cohete capaz de llevar al hombre a la luna (aceptémoslo: en los 50’s pocos lo hubieran imaginado posible).

Si bien, hablar de estereotipos o de cualidades únicas es algo difícil, pero podemos mencionar que (según lo dicho por Alfonso Paredes) las personas creativas tienen en común algunas de las siguientes cualidades:

1. Manifiestan una gran curiosidad intelectual.
2. Disciernen y observan de manera diferenciada.
3. Tienen en sus mentes amplia información que pueden combinar, elegir y extrapolar para resolver problemas.
4. Demuestran empatía hacia la gente y hacia las ideas divergentes.
5. La mayoría puede ser introvertidos.
6. No están pendientes de lo que los otros piensan sobre ellos y se hallan bastante liberados de restricciones e inhibiciones convencionales.
7. No son conformistas en sus ideas, pero tampoco anticonformistas. Son más bien, auténticamente independientes.
8. Poseen capacidad de análisis y síntesis.
9. Poseen capacidad de redefinición, es decir para reacomodar ideas, conceptos, gente y cosas, para trasponer las funciones de los objetos y utilizarlas de maneras nuevas.

Pero ¿y si nos encontramos en una de esas temporadas donde parece que la creatividad y la inspiración se han ido? ¿qué podemos hacer?

Arturogoga recogía de Lifehack.org “30 tips par rejuvenecer nuestra creatividad“, de los cuáles comparto con él el escoger como principales los siguientes 3:

 

• Rodearse de personas creativas. Salir con escritores, músicos, poetas, artistas. A veces, estar simplemente en un ambiente creativo nos inspirará y refrescará.

• Exponerse. Exponerse a nuevo arte – libros, música, pintura – en todo momento. Si son rockeros, escuche funk. Si escriben novelas de crímenes, lean fantasía. Si son escritores de productividad, lean algo sobre vagar.

• Desarrollar un ritual matutino. Ya sea una serie de acciones nada espectaculares, o algo en especial que le diga a nuestro cerebro que, bueno, es hora de ponerse “en la zona”.

Pero los consejos no serán nunca suficientes, porque tampoco serán nunca aplicables o efectivos para todos. Cada cabeza es un mundo y, digamos, cada cerebro es una maquinaria distinta que ha de ponerse a trabajar con palancas diferentes. En fin, nunca suficientes, pero… ya que nos llega alguna idea ¿cómo organizamos nuestra inspiración?

Víctor Esparza hace eco de 3 actitudes clave para organizar nuestras ideas y, con ello, darle más trascendencia a esos brotes de creatividad. Las resume en: capturarlas, conservarlas y activarlas. Favor de revizar el original para mayor detalle. El fin es aprovechar todas las ideas que tienen potencial y hacer uso de ellas, no tan sólo guardarlas en un cajón del escritorio o de nuestra mente.

En cuestiones literarias podemos hablar de utilizar técnicas que desconozcamos, como es el caso de los Cadáveres Exquisitos, los Jaiku, géneros fantásticos o de novela negra, ciencia ficción o poesía. La intención es salirnos de los esquemas que conocemos ya, huir de la zona de confort y adentrarnos en espacios que nos signifiquen retos. Los retos son tan motivadores a veces, como lo son el azar o las musas (si alguno de ustedes les conoce).

¿Qué técnicas utilizan ustedes para incrementar su creatividad o para inspirarse a la hora de escribir?

foto de: Mike “Dakinewavamon” Kline