Quien obtuviera en 1990 el Premio Nobel de Literatura, el mexicano Octavio Paz, está próximo a cumplir (el 19 de abril) 10 años de haber abandonado este mundo, no sin dejar un rico legado poético, narrativo y de ensayo, además de esbozos contundentes sobre liberalismo político que aún resuenan vigentes en la sociedad mexicana y latinoamericana actual.

En LaVanguardia.es hacen un recuento de algunas de las actividades que se preparan en el marco de la conmemoración luctuosa. Entre ellas destaca la publicación póstuma de un libro a cargo del Fondo de Cultura Económica (FCE).

“Es un libro muy interesante que ayudará a entender cómo se pergeñaron varios de los proyectos en los que participó Paz y que podremos leer prácticamente de una sentada, fantástico” señaló Consuelo Sáizar, directora del FCE.

Para mayor información, pueden visitar la nota original:

• Publicarán una obra inédita para conmemorar el décimo aniversario de la muerte de Octavio Paz.

También, Letras Libres -revista que fundara Paz como Vuelta y tomara este nombre tras su muerte- está presentando actualmente una edición en torno a Octavio Paz, su obra y algunas lecturas que en el presente se pueden hacer sobre su pensamiento. Pensamiento que dejó huella en el imaginario colectivo mexicano y latinoamericano -para bien o para mal- a partir, principalmente, de dos de sus obras más representativas en ensayo: “El laberinto de la Soledad” y “Posdata” (continuación a “El Laberinto de la Soledad” tras los movimientos del 68 en México y otros países del orbe).

Por otra parte, quiero hacer eco del artículo escrito por Rafael Lemus para Letras Libres, en el que hace una lectura de Posdata a partir de sus repercusiones y las lecturas que entonces se hicieron y hoy se pueden hacer a partir de las críticas y opiniones vertidas por Paz en dicho texto. Lemus señala:

“Antes que el pasmo, dos revelaciones: lo escrito [en Posdata] aún desafía; y su obra no ha sido suficientemente leída. Octavio Paz: no un clásico, nuestro contemporáneo.” Y concluye: “Por eso mismo se resiste Paz al liberalismo, el romanticismo y demás escuelas. Porque su sensibilidad literaria le impide someterse al árido campo semántico de una sola ideología. Porque su sabiduría verbal le permite matizar donde los otros subrayan.”

Simplemente recomendable. Posdata.

Acercarse a Paz ahora, y en cualquier momento, ha de dejarnos una lección más importante que las propias palabras impresas en cada uno de sus libros: la coherencia, libertad e independencia valen más que sumarse a una causa, cuando sumarse a estas implica perder algo de ello.

foto: Wikimedia Commons