Innovación en el fomento a la lectura: del papel a internet
Si hace unas semanas comentábamos 11 Estrategias para publicar y promocionar nuestra obra en internet, ahora, de la voz de Javier Celaya en la Revista Cultural Dosdoce, hago eco de su punto de vista sobre la Innovación en el fomento a la lectura y 7 propuestas que hace para que el mundo editorial “tradicional” se incorpore a los nuevos escenarios. Internet está aquí, la web 2.0 está aquí y el mundo editorial aún no termina de llegar.
Coincido con él cuando comenta:
Es cierto que existe una gran incertidumbre ante el reto de Internet, pero no nos podemos permitir el lujo de frenar la innovación a la espera de que se despejen todas las incógnitas.
Las empresas editoriales, independientemente de su tamaño e infraestructura, tienen hoy ante sí una oportunidad que pueden potencializar para generar no sólo crecimiento para sí mismas, sino un repunte en los hábitos lectores de los jóvenes y adultos. Algunas editoriales tradicionales aún no entienden la “problemática” abierta por el crecimiento de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, pues esta no radica en las herramientas mismas (www, p2p, blogs, etc.), sino en el cambio de mentalidad y de hábitos de consumo cultural que ha traído consigo el desarrollo de estas herramientas.
Los jóvenes y adultos de hoy, cuanto y más los del mañana, se pueden clasificar como inmigrantes y nativos digitales y, por tanto, tienen una familiaridad mayor con el uso de tecnología para el desarrollo de sus actividades diarias, no solo laborales, sino también de socialización y esparcimiento.
Entonces, si el escenario y sus actores principales han cambiado, ¿qué necesitan hacer las empresas editoriales para adentrarse en este “nuevo mundo”?
Javier Celaya propone :
1) Plan “Renove” de los sitios web de las editoriales y librerías.
2) Mejorar la visibilidad del contenido cultural en la Red.
3) Formación, formación, formación.
4) Digitalización del fondo.
5) Inversión en medios digitales para fomentar la lectura.
6) Utilización de las herramientas Web 2.0 para fomentar la lectura.
7) Definir posibles futuros modelos de negocio.
Quizá añadiría yo la ruptura de esquemas:
8) Retomando alguna(s) de las 11 estrategias que proponíamos anteriormente.
9) Aprovechando a referentes sociales respetados para promover el hábito, lo que, por tanto, repercutirá en mayor consumo cultural dentro de la esfera editorial.
¿Qué es importante aquí?
Las editoriales necesitan terer menos escepticismo ante internet, menos resistencia al cambio y mayor proactividad, necesitan transformarse en empresas innovadoras y propositivas. Su nicho de mercado se transforma no porque internet facilite la libre (y gratuita) distribución de sus acervos bibliográficos, sino porque los lectores de estas nuevas generaciones necesitan mayores motivos para acercase a una obra en papel. Difícilmente los libros de papel, como medio, morirán ante internet, las que corren el riesgo de sucumbir son las empresas editoriales que queden estáticas.
Para ustedes ¿qué otras opciones tienen las editoriales?
fotos de: woodsy.