Eh descifrado el enigmático deambular del minotauro
la respuesta se reveló milagrosa
en el pálido azulejo de mi biosfera férrea
me cubriré con bengalas, para retribuir a los dioses
del Olimpo, del Hades, o del Valhala
no importa cual,
todos son afónicos, deslumbrados, pragmáticos
y escuchan su ipod a todo volumen
mi visión deforme se viste de seda e hilo de oro
de las crestas cuelgan santitos de papel mache
en las manos ásperas carga a sus ídolos de cartón
Jesús, Mahoma, Buda, y también Jonh Lenon
sus ojos no me hablan, parecen temerosos
pues lo sabe con certeza,
el cosmos se pudre mas y mas con cada pestañeo
la extinción no aguardará
yo por mi parte le construiré un altar
espero logre salvar la mitad de alma que me queda
esa que no perdí cuando deje de ir a misa
me abstendré de ver el catalogo de ropa interior
de todas formas,
los secretos de victoria ya no son tan secretos
prometo ya no desviarme del camino de la verdad
minotauro de moho, líbrame de todo mal
por los minutos y minutos,
hasta que la muerte nos separe.

Allan Albarrán
“El arte de creer que no creo en nada”