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Quién diría que Sheppard nos traicionaría

Caen las banderas del nihilismo
Son los brazos cubiertos con dinamita
Pretender no es suficiente
Para orear las plegarias de entre los dedos de el pie
La nariz se ensancha como cargador de la central de abastos
Ya no hay tiempo para un monólogo
En la última noche del mundo
Todos olvidamos cerrar el gas

Para más datos inútiles y biografías apócrifas visite: Le Cirque du obscéne

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