Guerra sucia.
Cuando sé es joven se tiene un centenar de incertidumbres al costado, persiguiéndonos hasta el momento más sereno. Cuando se piensa que la calma se ha ganado, afloran las interrogantes sujetándose por las espaldas. El dudar sobre los hombres aparentemente buenos y solidarios, el esculpir los paradigmas de la palabra libertad y democracia, el ser rebelde a los parámetros establecidos por un sistema manejado por adultos corrompidos. El quebrantar las sentencias de los dogmas religiosos; en sí el dudar de todo y de todos los que nos rodean.
Aparentemente todo esto se puede fundamentar en las teorías que establece el credo y punto de opinión por parte de los adultos. Sin embargo, la vida del joven contemporáneo se encuentra sumida en un mundo fingidamente inmenso, la desfortuna de los jóvenes recae en la vida acelarada en la que distribuyen sus diversas actividades, una vida terrenal basada en lo supeficial dictada por los grandes pensadores del marketing.
Dentro de los parámetros de la vida acelerada no existe la reflexión, no existe el respiro, mucho menos detener el tiempo por tan solo un par de minutos para cuestionar lo que sucede con sus propias vidas y la de los demás. Afortunadamente existen excepciones de jóvenes ejemplares que a través de sus pensamientos tan certeros brindan un centenar de bofetadas (bien merecidas) a la dinámica actual de nuestro tiempo. Es un honor el compartir a ustedes queridos lectores a una joven ensayista que se abre paso en estas labores escriturales. Vuelvo a reiterar el gusto de presentar este texto tan lleno de verdades. Disfrutemos pues, a este talento novel recién egresada del Bachillerato Metropolitano.
EL HABITO DE LA TELEVISION VS. EL HABITO DE LA LECTURA.
Por: Christian Paola Hernández Hernández.
Visto por el ojo de cualquier persona, esta claro cual es el hábito más contemplado para la sociedad, este hábito que en sus principios fue creado para informar a la sociedad y ha sido modificado para divertir a la sociedad. El ver televisión se ha vuelto una peligrosa arma para el intelecto, y nuestra única defensa para esta arma tan peligrosa está en los libros. Miraría como una enorme espada a la inminente cantidad de programación que vemos a diario y que nos absorbe y consume minuto a minuto, mientras que un gran escudo que se forjo mucho antes que la televisión, pero lamentablemente no está siendo aprovechado por la sociedad.
¿De qué le sacamos provecho a la gran guerra de televisoras que hay en nuestro país?, ¡a nada!, esta guerra sucia, de quién ciega más a quién, o de quién tiene más seguidores cegados por el derroche de vulgaridades, etc.
Leer puede sacarnos de ese problema tan grande en el que estamos, puede defendernos de ese poder de ceguera masiva. Sin embargo, uno cree aburrido leer y más divertido ver lo que hay en la tele. Esto me recuerda: cuando un primo me dijo que había visto la película de EL MUNDO DE SOFIA, justo cuando yo estaba leyendo el libro. ¿En una película se da el mismo mensaje que en un libro?, ¡claro que no!, esto hay que hacerle entender a la sociedad cegada por la basura televisiva, y su poder destructivo que dan dia a dia. Somos débiles al perder contra esta gran fuerza y por no poder sacarle provecho a este gran poder de comunicación para aventajarnos con la lectura en masa. Está claro que ninguna de las televisoras hara algo al respecto, ya que les importa más la “calidad”, lo que le gusta al público cegado. ¿Pero qué más podemos hacer al respecto?, hay poco que hacer, si nosotros no ponemos de nuestra parte, nosotros hemos caído en lo que creemos mejor, mientras que la realidad eso solo detruye a nuestro intelecto, nos hace más dependientes de lo que realmente no es un programa de provecho.
Pobres de nosotros, al estar en medio del bombardeo…
El bombardeo de tantas copias de copias, con mala calidad y con un mal mensaje, tratando de exhibir el lado sentimental de participantes de reality’s shows copiados y así caer en lo que es el círculo vicioso de la televisión. ¿Pero qué hay de cuando se intenta implementar la lectura?, un rechazo a lo que pareciera ser una solución a la ceguera de la sociedad, no podremos mejorar si dejamos de pensar que leer es aburrido, es tonto, etc. ¿Cómo puede ser aburrido ser transportado a un mundo, con otra realidad, con otro tipo de historia?, y esta gran posibilidad se crea al leer un libro. ¿Qué hay de aburrido en pensar críticamente si lo que hacemos de nuestra existencia esta bien o mal?. La filosofía, la poesía, los cuentos, las novelas, textos informativos, etc. Cada uno tiene más importancia y valor que un simple aparato que solo nos inunda de falsas ideas, una gran ceguera a la realidad. Somos presas de una pequeña caja. ¿Cómo podemos cambiar esta realidad?, tomando un libro, leer, recomienda un libro en lugar de un programa de televisión. Tratemos de ser la diferencia, tratemos de comenzar con nosotros que con los demás. Dejemos que las televisoras se destruyan entre ellas, vamos a defendernos con un poco de poesía, o un poco de filosofía, una novela o algo que sea de tu interés.
Mi conclusión final sobre esta temática es que México sigue cegado ante lo que puede ser la mayor solución de todas, si cada uno de los mexicanos tuviera el hábito de la lectura, seríamos un mejor país, ya que al encontrar el lado crítico del mexicano comenzaría a resurgir, preguntándose si sus dirigentes políticos en verdad hacen bien su trabajo, si estan dispuestos a tolerar todas las injusticias que se cometen. ¿Me pregunto si la cifra de secuestros sería distinta si la población tuviera el hábito de leer?, lástima que en la época enla que me toco vivir, no podre saberlo hasta que alguien haga algo por cambiar este hábito de ver la televisión por el hábito de leer un buen libro que nos ayude a nosotros en un futuro. No creo que el gobierno se arriesgue a que la sociedad despierte de ese sueño tan profundo en el cual los ha sometido el poder tan grande de la televisión. No es tan fácil como suena, pero debemos hacer despertar a la razón, a la creatividad, a la imaginación que nos puede ayudar a resolver problemas, a tomar decisiones y sobre todo a mejorar como seres humanos.
Espero realmente, que México deje de estar en medio del bombardeo, que nosotrso dejemos por nuestro propia decisión que no es el lugar que merecemos, que la programación que se encuentra pueda ser de más utilidad para la sociedad y no dejarnos caer en lo cotidiano. Vilmente vivimos atados a lo que este bombardeo de televisoras, y espero que la sociedad despierte de este gran letargo. Vamos a defendernos de la espada de la televisión con nuestro gran escudo de la lectura.
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