Jaime Sabines
El poeta Jaime Sabines nace en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez en el Estado de Chiapas el año de 1926 y fallece en el Distrito Federal el año de 1999. Al igual que muchos escritores, Jaime Sabines se interesa en el fascinante mundo de la medicina; llegando a cursar 2 años de carrera, diversas fuentes confirman que Sabines no culmina sus estudios por sentir una ferviente vocación por acceder al mundo de la producción literaria, por ello es que cursa sus estudios en la Licenciatura de Lengua y Literatura Españolas en la máxima casa de estudios U.N.A.M. (Universidad Nacional Autónoma de México).
Jaime Sabines además de encontrarse atraído por el mundo de la Academia también encuentra una ferviente convicción por servir a su plueblo y comunidad siendo electo como Diputado Federal por su Estado (Chiapas) en el período de 1976-1979 y de igual forma por el D.F. (Distrito Federal) en el período de 1988-1991. Según comentarios de amigos íntimos del autor, mencionan que este segundo cargo Sabines renuncia a la mitad de su período para dedicarse fervientemente a la producción de la escritura.
Dentro su amplia producción literaria, los críticos especializados en la literatura opinan que la obra con mayor trascendencia es:
– Algo sobre la muerte del Mayor Sabines (1973).
Obra reconocida internacionalmente y traducida a diversos idiomas por la belleza confeccionada y lograda por el autor, aunque cabe destacar que la mayoría (si no es que todas) tienen un inmenso valor estético. Se nombran algunas:
-Horal (1950).
-La señal (1951).
-Adán y Eva (1952).
-Tarumba (1956).
-Poemas en prosa (1961).
-Poemas sueltos (1962).
-Mal tiempo (1972).
Entre otras.
De igual forma Sabines fue galardonado con una gran cantidad de reconocimientos en diferentes partes del mundo por su trabajo literario.
A Sabines se le tiende el reconocimiento sobre su desmedido compromiso y convicción al crear literatura sin perder la tacitura de haber sido un hombre del pueblo, un hombre convertido en escritor que no pretendía crear un estilo rebuscado, Sabines irradia en su metáfora la cándida sencillez del vocablo común de la gente, del pueblo que lo vio nacer, crecer y trascender. Un poeta que no pretendía encacillarse en la academia, un poeta que no buscaba ni un segundo en dejar cabos sueltos al lector. Sabines nunca procuró mostrar laberintos mezclados de acertijos e interrogantes, al contrario siempre estuvo comprometido con la sensibilidad empática de lo simple, de lo cotidiano, aunque cabe destacar que el lenguaje siempre fue manejado con una auténtica tonalidad magistral, con una metáfora fluida, concisa y clara.
Por ello es que el poeta siempre ha sido alardeado por sus lectores del pasado, del presente e incluso del futuro. Uno de los escritores de mayor vulgo entre la sociedad.